Ayer anticipamos que el Albergue de Tamel nos parecía una pasada, hace tan solo un año que está inaugurado, y unido al cansancio de una etapa muy dura y una noche toledana el día anterior, hizo que durmiéramos a pierna suelta durante 7 horas. La cena en el Albergue fue una ensalada King Size con los productos de la propia huerta del hotel que prestó en el alma. Después del reparador sueño, nos levantamos a las 7:30 y después de desayunar en el propio albergue, salida a las 8:30 h., el día amanecía por primera vez brumoso, lo que facilitó que el primer tramo pasara como un suspiro y que no pudieramos creermos las etapas que los rótulos de los pueblos nos indicaban.
Ayer comenzaba a cambiar la orografía y del contínuo llanear de las jornadas anteriores, los últimos cuatro Kms. fueron como ya os decíamos un pequeño Angliru que era el anticipo de las contínuas subidas y bajadas que conformaron esta etapa, que por unanimidad (de dos), votamos como la más bonita de las que llevamos por momento. Tras dos horas de marcha el sol empezaba a asomar.
Jornada muy cómoda y sin ningún tipo de descanso, pues al encontrarnos tan bien físicamente decidimos hacer los 25 Kms. de un tirón, y comer en Ponte de Lima, donde una vez más volvimos a quedar sorprendidos por una preciosa ciudad y no un pueblo como esperabamos; como anécdota contar que a la entrada a la ciudad nos adelantaron un italiano y sus dos acompañantas a los que "se la había echado" al salir del albergue.
Arribada a Ponte do Lima e inmediatamente a buscar donde comer, la visita a la ciudad a posteriori, por aquello de la comida paseada.....la oferta en el corazón de la city amplísima pero preferimos buscar algo más personal.....funcionó, bacalao frito con cebolla, arroz 3 delicias y ensalada, de postre Mousse de chocolate y el desconocimiento del idioma hizo el resto, pedí flan y me zampé tocinillo de cielo, dos cafés deliciosos y a dormir una pequeña siesta entre los pláganos de la alameda del río Lima. Ahora que no está Nacho, confieso que me preocupa, después de la pantagruélica cómida se fué a una frutería para rematar, ¿dónde lo mete?
Después de la siesta, a buscar el Albergue y si ayer quedamos alucinados, hoy no es para menos... capacidad para 60 personas y un orden y una limpieza, que hay que verlo para creerlo, al responsable, Ovidio, le caimos muy bien y nos adjudicó las mejores camas del Albergue, con vistas al Rio, al Parque y al pueblo.